viernes, 14 de noviembre de 2014

Salir al mundo

Mi hijo no puedo salir al mundo. Se quedó en mi panza dormido. Y fue directamente al cielo, al convertirse en un ángel hermoso.
 
Luego de su muerte sentía vergüenza y hasta miedo hablar sobre él, sobre lo que vivimos y sobre todo.. sobre su muerte. Creo que influía mucho ver la cara de las personas... como incómodas. Me sentía como que estaba contando algo vergonzoso. O hasta sentía que había hecho algo malo aunque sabía que no había sido así.
Y en el fondo eso me hacia sentir mal, porque mi hijo no era para nada un tema de vergüenza.. solo que se había muerto antes de nacer.
 
Sentía ganas de gritarle al mundo que mi hijo había muerto. Sentía ganas de contar mi historia, y la de él. Sentía ganas de que todos se enteren por qué tenía el corazón roto y me costaba respirar. Tenía ganas de escribir en los foros.. pero sentía una especie de vergüenza... no se de donde venía, pero ahí estaba. Contarlo pero sin que se me identifique... como si fuese algo extraño. Ese es el tabú que está arraigado.
Me pasó lo mismo cuando comencé a escribir en este blog, lo hacía de manera anónima.. por el "qué dirán".
 
Hasta que un día me levante y me dí cuenta. Mi hijo vive en mi memoria y en mis células (como en el escrito "Sentirse Madre"). Nunca negaré su existencia. Hablar de él, me hace mejor persona. Aceptar su existencia y muerte me hace madre.
A veces veo a madres que quieren contar su historia y la de sus bebés.. pero lejos. Y se que es todo un proceso: de aceptación, de maduración, de fortaleza.
 
Mi hijo no pudo salir a este mundo vivo, así que salí yo por él :)