jueves, 12 de diciembre de 2013

Miedo a volver a sufrir


Con mi cuarto embarazo se intensificó mi miedo. A medida que fue avanzando iban cambiando mis miedos. Miedo a que termine en aborto. Miedo a que tenga algún tipo de malformación o síndrome. Miedo a ir al obstetra o a una ecografía y que no le encuentren latidos. Miedo a que la placenta baja no suba. Miedo a que los antibióticos para la infección urinaria le hagan mal al bebé. Miedo a ir a cesarea. Miedo a que el líquido amniótico que se encontraba en el nivel inferior descendiera. Miedo a que la anestesia para la extracción de dos muelas le haga mal al bebé. Miedo a que la infección dental le pase al bebé. Miedo a perder el líquido amniótico y no darme cuenta. Miedo a manejar y que me pegue el airbag en la panza. Miedo a andar en colectivo o taxi y que choquen. Miedo a que la operación de trombosis hemorroidal o sus medicamentos maten al bebé. Miedo a tener diabetes gestacional. Miedo a que se desencadene y se adelante el parto.
En realidad es Miedo a volver a sufrir. No al dolor, sino al sufrimiento. A que se me desgarre nuevamente el alma. Miedo a que este bebé también muera.


Mi miedo vive en el futuro y se relaciona con el pasado. El momento no es lo que me da miedo, sino que por las experiencias vividas durante la muerte de mi primer bebé y el aborto espontáneo del tercer embarazo me hacen imaginarme un futuro de iguales posibilidades, es decir dolor.

Aun no encontré el remedio para el miedo, mas que tratar de no pensar y seguir adelante.

Es como cuando éramos chicos (pero no tanto) y nos daba miedo la oscuridad, sin posibilidad de prender una luz lo único que podíamos hacer era avanzar en la oscuridad, hacia lo desconocido.
El miedo nos puede paralizar o podemos decidir continuar. Para romper con esa idea que nos da miedo… como es una idea ¡no tenemos que pensar!
Muchas veces nuestros miedos se basan en experiencias vividas, que al encontrarnos en una situación similar nos trasporta automática y sentimentalmente a esa primera experiencia.
Entonces, si es algo racional yo elijo no sufrir y si para no sufrir existe la posibilidad de sacar el miedo a un lado… entonces lo haré a un lado y seguiré. Día a día. Hora a hora. Minuto a minuto. Pasito a paso. 

 

Enfrentemos al lobo… ¡si se puede!

martes, 10 de diciembre de 2013

Muerte Fetal = Tabú

Cuando quedé embarazada por primera vez sabía que los primeros tres meses eran "peligrosos" y que se podría perder. Luego de la semana 12, imagino que como toda mamá, respiré tranquila. A algunos familiares, que no veía muy seguido, les fui avisando sin prisa. Recuerdo que a unas primas segundas les comenté en el ¡sexto mes! y pensé que iría al cumple de 15 de otra prima con un hermoso bebé de 7 meses. Pero no fue así.
Aún no habían fallecido los bebés de Juana Viale ni de Panam. Así que yo no tenía muchas referencias de que los bebes también morían en las panzas.
Durante mi primer embarazo mi mamá me había dicho "vos vas a tener un buen embrazo y parto como yo que no tuve ningún problema" - hoy creo que ella solo se refería a la parte de herencia genética de ella...

La muerte está pero no la vemos hasta que nos toca de cerca.
El otro día hablaba con una amiga y notamos que muchas de las páginas web para embarazadas no tienen información sobre pérdidas de embarazos: los abortos espontáneos, muertes fetales, muerte durante el parto, etc. Y muchas otras ni siquiera hablan el tema de las complicaciones. Parecería que solo se enfocan en una parte... la dulce espera.
Yo no quiero que mamás embarazadas se asusten, pero creo que es realista enterarse qué cosas pueden pasar. Ya que cuando nos pasan la primera y única pregunta que nos hacemos es "¿por qué a mi?
No se en qué parte de la historia pasaron las muertes fetales a ocultarse, como si fuese algo malo. Malo es, pero me refiero en el sentido de como que trae vergüenza o que no debe compartirse algo tan malo.
Lo mas triste de todo, es que recuerdo que apenas se murió mi bebé y lo contaba el 80% de las personas habían tenido algún tipo de pérdida de un bebé. Una de las primeras fue en el cementerio. A penas realizamos la misa con su pequeño ataúd, nos llamaron para firmar unos papeles para la cremación. La señora que nos atendió nos preguntó sobre nuestro bebé y nos contó que su hija había perdido también un embarazo de 7 meses.
Entonces, si lamentablemente son varios los casos y no tan excepcional como se cree.. ¿por qué no se trata como un tema mas de la vida? ¿por qué no hay bibliografía/información? ¿por qué no hay apoyo?

 
Image courtesy of Darren Robertson, / FreeDigitalPhotos.net"

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Las primeras fiestas sin mi bebé

Mi bebé falleció el 15 de enero de 2010 según dice el certificado de defunción pero aparentemente llevaba ya dos días sin latidos de su corazoncito.
Pasé el año como pude, incluyendo fecha probable de parto, día del padre, día del niño, día de la madre y cumpleaños.
Hasta que llegó el 31 de diciembre.
Recuerdo que yendo a la casa de mis padres estábamos escuchando el programa de radio "Basta de Todo" y Cabito dijo que para recibir lo que trae el 2011 había que dejar ir lo del 2010. Parecía que alguien me estaba mandando un mensaje.
"Image courtesy of anankkml / FreeDigitalPhotos.net"
Y ahí estaba yo, con mis padres, mi abuela y mi marido sentados en el quincho comenzando la cena del último día del año.
Había muchos recuerdos, muy fuertes todos. Hacía un año atrás estaba en el mismo lugar, con la misma gente pero con una panza de 7 meses esperando mi primer hijo. Fotos con sonrisas de lado a lado. Todas las fotos y todos estaban alrededor de la panza. ¡Qué momento mas feliz!
Ahora yo estaba en el mismo lugar físico pero en otro lugar con los brazos vacíos.
Y de repente no entendí nada.
Voces a lo lejos.
- "Quedate acostada"
- "No pasa nada"
- "Quedate tranquila"
Y de a poco empecé a ver a mis viejos, desde el piso. Una de las voces era la de mi marido que me tocaba la cabeza y mi papá estaba a su lado en el piso también. Ya habían pedido la ambulancia y tenía que permanecer quieta. Me explicaron que estaba recostada en el piso porque había tenido un ataque como de epilepsia.
Para mi pasaron dos minutos hasta que vino el médico y empezó a hacerme preguntas. Lo primero que me salió fue "creo que estoy embarazada".
Y se hizo un silencio.
Me quedó grabada la cara de mi mamá como diciendo "pobre, está muy mal y confundida".
 
Pero yo tenía razón: estaba dejando ir a mi bebé para recibir a Sofi.