miércoles, 28 de septiembre de 2016

El tiempo no cura las heridas...

Siempre escuche la frase "el tiempo cura todas las heridas” y creía que era cierto . Hoy se que no es así, el tiempo ayuda a cicatrizar pero no hace desaparecer la herida. A veces tal vez nos olvidemos que la tenemos pero creo que Muchas veces una mínima cosa nos hace volver a verla. Tal vez no duela tanto como al principio pero siempre duele.
Hace dos años y medio sólo podía llorar.  Hoy soy muy feliz, tengo dos bebés que iluminan mi vida y amo ver la familia que forme pero eso no hace que olvide a mi primer bebé.
Cuando la gente dice “ya vas a tener otros hijos” no tiene idea de lo que significa perder un hijo.  Tal vez me digan "pero vos no lo conociste a ese bebé no puede ser tan fuerte el dolor".  Yo les digo que si.  "Yo escuche latir ese corazón . Yo lo sentí dentro mío a ese bebé y yo lo parí sabiendo que no iba a escuchar su llanto".
Ese bebé me hizo mamá y eso nada lo cambia.
El tiempo ayudó, eso no lo puedo negar, la herida cicatrizó y por eso hoy puedo sonreír nuevamente.  Tal vez es una sonrisa que conoce el dolor más profundo y nunca va a volver a ser la sonrisa inocente de hace dos años y medio. Es una sonrisa que a veces mirando una estrella puede convertirse en lágrimas y creo que es sano que de vez en cuando pase. Si negará la cicatriz sería negar a mi hijo, hacer como si nunca existió y eso seria negar a una parte de mi. Mi cicatriz me hizo más fuerte y también hace que el amor por los dos bebés que tengo hoy conmigo sea mas fuerte. Hace que el amor que siento por mi marido que estuvo ahí junto a mi sea mucho más fuerte también.  Hace que sepa que es lo realmente importante en la vida. 
La cicatriz me recuerda los seis meses mas felices en los que no tenía miedo y sólo disfrutaba.
Hoy doy gracias a mi bebé por enseñarme tanto en tan poco tiempo. Hoy doy gracias a la vida que me dio luego dos bellos bebés. Doy gracias a la persona que elegí para formar mi familia por estar siempre junto a mi.
El tiempo no desaparece el dolor, lo apacigua. Los hijos que tengo junto a mi no reemplazan a su hermano. El entenderlo me hace posible el seguir adelante y sonreír con el corazón lleno de amor.



Gracias Sil por compartir este escrito desde tu corazón.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Mis frases no favoritas

Que rompen mi corazón, me dan envidia, bronca... o hasta me pongo a llorar..




¿Conocés alguna otra?

martes, 14 de junio de 2016

La famosa Trombofilia

Recuerdo que cuando empecé a bucear en los blogs de BabyCenter... siempre había una chica que a cada una de nosotras que había perdido un bebé nos recomendaba realizarnos el estudio de trombofilia.
Era obvio que yo no lo tenía, mi primer bebé murió por problemas de cordón en la semana 28, la segunda nació sana, el tercero se fue demasiado temprano y la cuarta nació en la semana 36 con bajo peso, sin líquido amniótico y placenta avegentada de 41 semanas. Eran casos aislados y completamente diferentes. Yo podría quedar embarazada y cada caso (embarazo) fue único (como suelen decir). Además no había tenído mas de 2 abortos espontáneos...

Pero un día fui al doctor. Con mi marido en algún momento pensamos en tener un tercero (antes que nazca nuestra segunda nena). Pero ya él estaba convencido que la familia estaba completa y que no era lógico pasar otro embarazo angustiados, ni hablar de cómo aumentarían nuestros gastos y si podríamos afrontarlos. Yo le dije.. antes de conversar el tema voy a ver qué me dice el obstetra desde su punto médico. Y fui.
Me dijo que viendo mi historial, antes de dar su opinión, me derivó a una especialista en trombofilia.

Tardé un año en ir. Miedos. Realidades. Finales de camino. Cosas que no quería escuchar ni enfrentar.
Finalmente fui, me hice los estudios, y los resultados tardaron un mes (igual no tenía apuro). El resultado: trombofilia adquirida.
Si quiero tener hijos tengo un 20% de probabilidades de que salga todo bien (es decir que mis dos hijas son casi un milagro).
Con aspirina aumento las probabilidades a 40%. Y con heparina a un 70% como cualquier mujer sana.
Si viajo en avión me tengo que inyectar, idem en las cirugias. No puedo usar anticonceptivos, etc, etc.

La gran pregunta ¿por qué no antes? ¿por qué se tuvo que morir? ¿por qué tengo que vivir con su recuerdo y su ausencia?... se podría haber evitado entonces...

Todos dicen.. un tercero ¿para qué? para sentir sus pataditas y como crece, ver y sentir como crece la panza, tener un embarazo normal, para verlo crecer y como bosteza y abre sus ojitos, como toma mi dedo con su dedito, con su olorcito a bebé, con sus llantos, sus cólicos, con su primera sonrisa, su primer baño, con su calorcito de bebé, enseñarle a comer, a caminar...  y hasta amar a sus hermanas. Para creer.

También todos dicen... si tuvieras un tercero...  ¿cómo sabés que no vas a querer un cuarto? Eso es otra cosa.. como mucho para mi, pero bue.

Mi marido sigue pensando igual. Yo emocialmente no, pero racionalmente coincido.

Tengo 40 años.




viernes, 15 de enero de 2016

6 Años sin Vos

Buenos Aires, 15 de enero de 2016
Querido Hijo:

Hoy se cumplen 6 años y me sigue costando.

Hoy se cumplen 6 años y cuando intento escribirte algo se me hace muy difícil. Difícil porque las lagrimas no me dejan ver y difícil porque el dolor es muy grande. Algunas veces pasan muchos días sin que me acuerde de vos y por ahí, de repente, sin entender muy bien por qué, aparecés. Algún recuerdo, una sensación, un reflejo. Y el dolor vuelve a ser el mismo, la sensación de vacío, el sentimiento de irrealidad, de pensar “esto no puede ser verdad... se va a solucionar... yo estoy entendiendo mal” para al final caer en la cuenta de que eso era verdad, que no se solucionaría y que no estaba entendiendo mal.

A veces tengo miedo porque me pregunto si esto que me pasa es normal. No puede ser que  todavía me duela tanto tu ida. Ni siquiera te conocí, no llegué a verte, no sé cómo eras y sin embargo la tristeza es tan profunda.

A veces tengo miedo de nunca poder dejarte atrás, y ser injusto con tus hermanas, y hacerle pagar a ellas mi tristeza.

A veces tengo miedo de dejarte atrás. Tengo miedo de que el dolor se vaya y con el tiempo olvidarme de que exististe y que pasaste por este mundo.

Tiempo después que te fuiste también se fue Gerardo. No creo en muchas cosas y no sé en qué lugar te encontrarás ahora, pero dónde sea que estés espero que se hayan encontrado. Espero que él te esté cuidando (y que vos lo cuides a él). Te quería contar que Gerardo, sin saberlo, me enseñó lo importante de no olvidarte pero también me enseñó que no puedo descuidar a los que quedan. Tenés 2 hermanas maravillosas que han logrado hacer de mi vida un lugar mucho más luminoso y tenés una mamá que te quiere y las quiere mas que a nadie. Por ellos y por vos yo tengo que ser fuerte aunque a veces me cueste un poco.

No sé cómo despedirme, porque quisiera no tener que hacerlo. Sólo te voy a decir que siempre vas a estar en mi corazón.

 
Te quiero mucho.
Papá




A 6 años de su muerte

A 6 años de su muerte no puedo creer que siga llorando cada vez que pienso en él. En lo injusto que fue que se vaya tan temprano. En el hecho de que haya nacido dormido. En que haya partido mi corazón. En que perdiera mi inocencia maternal. En el que no creyera en los milagros.

Tal vez llegará el día que pase el 13 de enero a las 19hs sin recordar que nos dijeron que no tenía latidos ni movimiento. Tal vez llegará el día que pase el 15 de enero y diga... ya es 16? Tal vez...

Quería hacerle un pequeño homenaje o recordatorio, pero un amigo me dijo "¿no crees que ya es tiempo de dejarlo descansar en paz?"

Tenía hagas de hacerme un tatuaje. Y como soy yo, iba a esperar la aprobación de todos. Y no quería que mis hijas vivas en algún momento se sintieran relegadas, por eso los arcoíris y unas alitas por el que se fue también sin siquiera casi saberlo.

Les comparto el boceto.




Nunca olvidaré cada minuto vivido desde las 19h del 13 de enero hasta las 6:35am del 15 de enero... ni los días posteriores.

Nunca te olvidaré hijo..... ojala pudiera tenerte en brazos y llenarte de besos, como hago con tus hermanas.

Espero que hayas disfrutado las 28 semanas en tu pequeño monoambiente de mi panza. Fuiste muy deseado, querido y esperado.

Continúa durmiendo hijo... en paz.