Creía que yo no había creado una
memoria para mi angelito. Pero a medida que iba escribiendo este texto me dí
cuenta. Frente al instituto donde iba a ver a mi psicóloga había una casa de
joyas. Recuerdo que me molestaba que las madres se colgaran en una cadenita al
cuello medallitas con formas de nene o nena según sus hijos. No se porque entré
y terminé comprando un angelito con una pulsera muy fina. Hasta hoy la tengo en
mi mano izquierda (que es la que conduce a mi corazón). Nunca negaré su paso
por mi vida…
Crear una memoria ayuda a cerrar el
círculo, a avanzar en el duelo, a sanar. También se puede hacer un rito de
despedida… para dejarlos ir. Hay muchas maneras de hacerlo. Algunas de ellas
podrían ser:
- Crear un álbum
con las ecografías y/o fotos del nacimiento
- Encender una
velita o incienso en días especiales
- Plantar un
árbol dónde puedas luego “visitar” a tu bebé
- Guardar (en
una caja hecha o decorada por vos) algún objeto especial de ese bebé: algo que
le hayas comprado (ropita, juguete, chupete, etc.) o algo que le perteneció
(ropita, cordón umbilical, mechón de cabello, brazalete identificatorio del
hospital etc.)
- Donar sus
cositas a bebés conocidos o a entidades
- Guardar un
objeto para su hermano/a menor/mayor
- Escribir una
carta de despedida o agradecimiento
- Realizar un
diario sobre su vida y muerte
- Escribir un
blog
- Realizar una ceremonia religiosa
- Disponer de sus restos (de ser posible) y guardarlos en el cementerio; o cremarlo y arrojar sus cenizas en un lugar que sea significativo para nosotros
- Hacerse un
tatuaje representativo
- Suelta de globos o de una paloma con su nombre en una cinta
- Atribuirle un
significado a su paso por tu vida
Las opciones son tan variadas como las
personalidades de cada uno de nosotros. Algunos nos inclinamos para lo sentimental,
otros para lo racional, otros para lo representativo. Lo importante es que
aquello que hagamos lo hagamos con el corazón y sintiendo que ESO es lo que
queremos hacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario